La Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) ha publicado una serie de consejos para llevar el divorcio de la mejor manera posible. Ello se debe a que hace escasos días se celebraba el 40ª aniversario de la Ley del Divorcio. Esta ley fue aprobada en el Pleno del Congreso el 22 de junio de 1981. Esta norma ha supuesto un cambio trascendental en la sociedad española con efectos tanto en los cónyuges como en sus hijos. También sumar a esa inicial aprobación su modificación posterior por la Ley 15/2005 de 8 de julio, que suprimía el divorcio “culposo”. Es decir, que para divorciarse, si no era consensuado, debía tener causa.
Nosotros, nos hacemos eco de este compendio y compartimos ese “top ten” de reglas/consejos a tener en cuenta:
- Mantenga al margen del divorcio a los hijos. Nunca utilice a los hijos como arma arrojadiza contra el otro progenitor. El impacto psicológico de la ruptura es menor si los padres cooperan.
- No delegue en los niños, niñas y adolescentes la toma de decisiones esenciales.
- Intente racionalizar la situación. Evite dejarse llevar por los sentimientos.
- Intente alcanzar un divorcio de mutuo acuerdo. Es más económico que un procedimiento contencioso y le ahorrará sufrimiento emocional y tiempo. Según el Instituto Nacional de Estadística, el 78,9% de los divorcios en España son de mutuo acuerdo.
- Evite tratar con su cónyuge aquellas cuestiones sobre las que no se ponen de acuerdo porque acabarán discutiendo. Déjelo para su abogado. Hable únicamente de aquellas cosas sobre las que no hay discusión.
- Trate de agilizar el trámite. Ralentizar las discusiones sobre los efectos del divorcio no conlleva ninguna ventaja. Cuanto más se alargue una situación complicada, peor.
- Evite comparaciones con otros divorcios de parientes o conocidos. Recuerde que cada familia es un mundo, que todos los divorcios son diferentes y, en la mayoría de ocasiones, no son comparables. Recuerde también que el objetivo de un buen abogado de familia es confeccionar un traje a medida para su familia huyendo de clichés o fórmulas estereotipadas. Se trata de adaptarse a cada caso.
- Si hay patrimonio, delegue en un buen abogado de Familia que esté al tanto de la jurisprudencia más reciente. El patrimonio, principalmente la vivienda, suele ser el mayor foco de conflicto.
- Un buen convenio regulador perdura en el tiempo y merma el conflicto. Un convenio regulador es el documento en el que los cónyuges acuerdan las consecuencias personales y patrimoniales de una separación o divorcio. Su contenido se pacta de mutuo acuerdo y es de obligado cumplimiento después de la ruptura matrimonial.
- En todo caso, recurra a un buen abogado especializado en Derecho de Familia con habilidades multidisciplinares. Le ahorrará sufrimiento emocional y tiempo. A la larga será más económico.
Desde el punto de vista del ejercicio profesional, estos consejos son muy útiles porque evidencian y responden a las conductas más recurrentes.
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