Desde Pérez · Tomeo Abogados, sabemos que las emociones juegan un papel muy importante en un divorcio. Es por ello que, a la hora de abordar un caso, es un factor más que tenemos en cuenta. Ello porque sabemos, por nuestra trayectoría, que su buena gestión, desde la atención previa de nuestro/a representado/a, como a lo largo del procedimiento, dependerá el éxito de su divorcio. No advertirlo, restarle importancia o no prestarles la debida atención puede traer problemas en el corto, medio y largo plazo.
Un divorcio o una separación puede dividirse en dos planos. El plano legal y el plano emocional. Aunque sean diferentes y cada uno siga su curso, ambos están interconectados. Lógicamente, el divorcio legal será más difícil y más largo en función de cómo te lo tomes emocionalmente.
Al divorcio van aparejadas una oleada de emociones. Con las emociones fluyendo, las decisiones simples se vuelven difíciles. Pero no hay que alertarse, es normal sentirlas. No solo puede que te afecte el fin de tu matrimonio, sino también el cambio en tu normalidad. Habrá cambios obvios y otros que no lo son tanto. Quizás no te den la custodia que esperabas, quizás pierdas contacto con amigos y familiares. Todos estos cambios suman pedacitos de incertidumbre, estrés y emoción al divorcio.
Pero al divorciarte, aunque cueste, debes centrar tu atención en la toma de decisiones de los aspectos legales. Es decir, la división del patrimonio, el tipo de guarda y custodia, el importe de las pensiones, etc. Dejar que otras cosas, como el deseo de vengarte de tu cónyuge, se interpongan en el camino, hace que todo el proceso sea más difícil.
Las emociones cuando el divorcio es unilateral.
El estrés emocional será mayor cuando una de las partes quiera el divorcio y la otra no. Como no lo acepta, intentará (en vano) conservar su antigua vida. Esa frustración le generará ira y venganza. Ante la ira, no hay que responder con más ira. Hay que darse cuenta y ante ello, actuar dándole tiempo.
A ti, quien tomó la decisión, te costó tiempo. Durante este período, tu cerebro fue resolviendo los interrogantes y dudas hasta el punto de aceptar la nueva realidad. Tu cónyuge no ha tenido esa oportunidad, de ahí todas esas emociones. Tu pareja está asimilando la realidad y no es un proceso rápido.
No lo apremies, no discutas con él/ ella ni tampoco lo provoques, porque solo empeorarás la situación. Concéntrate en ti mismo y deja que el tiempo haga su trabajo.
Etapas emocionales del divorcio
Hay dos maneras de explicar las etapas por las que se atraviesa en un divorcio. Una es aproximándonos con una visión más general y la otra, comparándolo con las cinco etapas del duelo.
Asimismo, sería un error decir que el divorcio afecta a todos por igual o que todo el mundo pasa por las mismas etapas. Sin embargo, lo que sí es cierto es que los posibles efectos que se vivirán son temporales.
Las emociones en el divorcio desde una perspectiva global *1.
Etapa 1: desilusión de una de las partes
Te das cuenta de que hay un problema y tratas de decidir qué hacer al respecto. Puede incluso que pienses en el divorcio. Es normal sentir frustración, rabia, culpa y ansiedad.
Etapa 2: Expresando insatisfacción
Le dices a tu pareja que no eres feliz o que tienes sentimientos encontrados. Estar en esta fase explicaría las continuas riñas que tenéis. Puede haber momentos puntuales de reconciliación. Es esta etapa es normal sentir alivio, culpa y duda.
Etapa 3: Decidiendo divorciarse
Una vez meditada la decisión, para quien la tomó, ya no habrá vuelta atrás. Habrá una mayor distancia emocional. Una vez comunicada la decisión es normal que ambos os sintáis víctimas y experimentéis resentimiento, ansiedad, culpa e impaciencia.
Etapa 4: Actuando sobre la decisión
Aquí es dónde se empiezan los trámites para iniciar el proceso legal, así como el punto en el que se hace pública la decisión. Experimentarás todas las emociones de las cinco etapas del duelo (NEGACIÓN, IRA, NEGOCIACIÓN, DEPRESIÓN Y ACEPTACIÓN).
Etapa 5: Desarrollando aceptación.
Puede que aparezca durante el proceso legal o después. Si os divorciáis de mutuo acuerdo, vuestro divorcio podría finalizar en unos pocos meses. Si discutes por todo porque dejas que tus emociones tomen las riendas, el proceso se eternizará.
En este punto, en cuando aceptas que tu vida está cambiando. Empezarás a recuperarte y a tomar el control de tu futuro.
Etapa 6: nuevos comienzos
Ya no sientes rencor ni ira, sigues adelante.
Las emociones en el divorcio basado en las 5 etapas del duelo.
Cuando atraviesas por un proceso de divorcio, estás esencialmente dolido. Dolido por ti, por tu antigua vida, por tus hijos, etc.
- Negación: Finges que todo está bien. Es un mecanismo instintivo de defensa para no agobiarte.
- Ira: Estás muy enfadado, con todo y con todos. Todo te irrita. Ten cuidado, lo que hagas podría volverse en tu contra.
- Negociación: Te das cuenta de que estás luchando para combatir tus emociones y que es agotador. Fantaseas con la idea de que puedes impedirlo, que no es tan mala la idea de volver.
- Depresión: Si existe mucha dependencia emocional, esta es la fase en la que la mayoría de las personas parecen pensar cuando piensan en el divorcio. Sientes que todo se desmorona. Puede ser tentador, especialmente aquí, consolarte con otras “cosas” superfluas para alejar tu mente del dolor y llenar ese vacío.
- Aceptación: Tal vez no seas al 100% feliz, quizás todavía estés algo enfadado o resentido. Pero a pesar de todo has aceptado que la relación ha terminado. Todo está decidido o pronto lo estará. Puedes seguir con tu vida.
La mejor forma de luchar contra tus emociones en un divorcio.
Puedes luchar contra tus emociones de forma constructiva o destructiva. La mejor manera de “vengarte” (porque seamos sinceros, más de uno lo piensa) es vivir bien el resto de tu vida. Concéntrate en crear una vida apacible para ti y tus hijos, en tu salud o en tu carrera profesional, etc., y el resto seguirá.
* Psychological and Emotional Aspects of Divorce by Kathleen O’Connell Corcoran
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