CÓMO GESTIONAR EMOCIONALMENTE UN DIVORCIO

Cómo gestionar emocionalmente un divorcio. El inicio.

Vuestra relación no tenía sentido, habéis tomado la decisión de divorciaros. Vivís separados y tenéis un hijo/a que vive una semana con cada uno. Sientes frustración y culpa, la familia que imaginabas se ha detenido. Aunque la separación sea consensuada es común sentir pérdida, tristeza, angustia, enfado, ira, etc. por lo que se requiere pasar por un proceso de duelo. 

Si el descontrol os posee, el caos os maneja, no sois capaces de poneros de acuerdo y cada decisión se convierte en un conflicto, es hora de buscar ayuda. Lo deseable es poder distanciarse emocionalmente y no perder el foco de atención en los hijos.

Cómo gestionar emocionalmente un divorcio. Cómo y cuándo comunicarlo.

Cuando queráis dar el mensaje a vuestros hijos debe ser una vez la decisión está tomada, no antes (suelen ser momentos tensos), juntos y calmados. Los niños tienen que percibir que su seguridad, que se sustenta en sus padres, permanece intacta. Que los niños os hagan preguntas durante esa transición es completamente normal, ellos también tienen que procesarlo. Preguntas como ¿dónde está papá/mamá o cuándo vuelve a casa? son normales. Los niños tienen una capacidad de adaptación mucho mayor que los adultos y como lo gestionen los niños dependerá (mucho) de cómo lo hagan sus padres. La clave es no perder el foco en los niños y tener claro qué es lo que necesitan.

 
Cómo gestionar emocionalmente un divorcio. Algunos consejos.

Por lo tanto, para no llegar a esas situaciones convulsas, ¿qué es y no es recomendable hacer para gestionar un divorcio? 

QUÉ HACER

QUÉ NO HACER

(Comunicádselo) Cuando la decisión está tomada.

No lo hagas sentir culpable de la separación (al niño/a)

(Comunicádselo) Juntos y calmados.

No lo involucres en los aspectos técnicos y legales del divorcio.

Adaptad el mensaje a la edad y madurez del niño/a.

No lo utilices como testigo, “espía”, mensajero o “juez” de vuestros conflictos.

Mantened una relación saludable entre vosotros (los progenitores). Respetaros.

No evites que pueda sentirse triste; no anules sus emociones.

Explicadle qué cambiará y qué no en su día a día. Cuanto menos varíen sus rutinas, mejor (sobre todo cuando son pequeños/as).

No le hagas regalos para que se sienta mejor.

Ayudad a vuestro hijo/a a expresar con palabras lo que siente.

No os critiquéis ni os despreciéis delante del niño/a.

Mantened al margen al niño/a del conflicto.

No lo utilices como arma arrojadiza. Todo lo que hagáis a través del niño/a para perjudicaros,  os acabará repercutiendo y también a él/ella.

Hacedle sentir seguro/a y que la separación no va a cambiar la relación con él/ella.

No fiscalices lo que hace o deja de hacer cuando está con el otro progenitor.

Ayudadlo/a en ese tránsito, aceptad su emociones.

No lo pongas en situaciones que lo hagan posicionarse entre uno u otro.

Aunque viváis separaros trabajad en equipo hacia ese fin común que es el bienestar de vuestro hijo/a.

 

Contacta Pérez · Tomeo Abogados

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